EUROPA
PRESS
7 abril
2023
¿Tres
años más joven en solo ocho semanas? Este estudio señala cómo conseguirlo
Las intervenciones dietéticas y de
estilo de vida pueden ser capaces de reducir el envejecimiento biológico y
tienen el potencial de influir en la duración de la salud, la esperanza de vida
y la carga económica del envejecimiento.
A sí lo demuestra un estudio publicado en 'Aging' y 'Aging-US', dirigido por
la investigadora Kara N. Fitzgerald, del Instituto de Medicina Funcional de la
Virginia Commonwealth University (Estados Unidos),
con la colaboración de la Asociación Americana de Nutrición, realizado sobre
seis mujeres que completaron una dieta y un programa de estilo de vida diseñado
para impactar en la metilación del ADN y las medidas de envejecimiento
biológico.
"Una dieta que apoye la metilación y una intervención
en el estilo de vida pueden influir favorablemente en la edad biológica en
ambos sexos durante la mediana edad y la vejez", comentan los expertos que
han realizado el estudio.
La intervención de estilo de vida modificable utilizada por
los participantes en esta serie de casos se investigó por primera vez en un
ensayo clínico piloto en el que los participantes (todos hombres de entre 50 y
72 años) redujeron su edad biológica en una media de 3,23 años en comparación
con los controles.
La serie de casos de la que aquí se informa se llevó a cabo
para profundizar en la investigación de una intervención modificable sobre el
estilo de vida que, en gran medida, era la misma en otras poblaciones; sobre
todo, en las mujeres.
Dieta, sueño, ejercicio y relajación
El equipo llevó a cabo una actuación consistente en un
programa de ocho semanas. Este incluía orientación sobre dieta, sueño,
ejercicio y relajación, suplementos de probióticos y fitonutrientes y asesoramiento
nutricional.
Concretamente, la intervención dietética consistía en
ingerir semanalmente la cantidad equivalente a dos tazas de verduras de hoja
verde (incluyendo col rizada, acelgas, berzas y espinacas, entre otras, pero
excluyendo las típicas de ensaladas, como la romana, la iceberg o la mezcla de
primavera; dos de verduras crucíferas (incluyendo brócoli, col, coliflor, coles
de Bruselas, rúcula, col rizada, hojas de mostaza, berros, colinabo, colinabo,
rábano, acelga, nabo); tres tazas de verduras de color intenso; un cuarto de
taza de semillas de calabaza; otro cuarto de semillas de girasol; 2 porciones
de adaptógenos de metilación; 1 ó 2 remolachas; una
porción de huevo (5 a 10 por semana) y probióticos (2 cápsulas). Los expertos
también llamaron a incluir en la dieta aceites "saludables", como el
de oliva.
También se requería hacer ejercicio durante al menos 30
minutos al día durante cinco días a la semana; practicar ejercicios de
respiración al menos dos veces; dormir al menos 7 horas al día; ayunar de 7 de
la tarde a 7 de la mañana, y beber 8 vasos de agua al día.
Disminución de casi 5 años de media
Cinco de los seis participantes mostraron una reducción de
la edad biológica de entre 1,22 y 11,01 años con respecto a su edad biológica
basal. Hubo una diferencia estadísticamente significativa en la edad biológica
media de los participantes antes (55,83 años) y después (51,23 años) de la
intervención de dieta y estilo de vida de 8 semanas, con una disminución media
de 4,60 años.
La edad cronológica media al inicio del programa era de 57,9
años y todas las participantes menos una tenían una edad biológica inferior a
su edad cronológica al inicio del programa, lo que sugiere que los cambios en
la edad biológica no estaban relacionados con la mejoría de la enfermedad y
que, en cambio, podrían atribuirse a mecanismos de envejecimiento subyacentes.
"Esta serie de casos de mujeres participantes amplía el
estudio piloto previo de esta intervención en hombres, indicando que los
cambios favorables de la edad biológica pueden ser alcanzables en ambos sexos.
Además, la investigación de individuos por lo demás sanos, en lugar de aquellos
con enfermedad diagnosticada, sugiere una influencia directa sobre los
mecanismos subyacentes del envejecimiento en lugar del envejecimiento impulsado
por la enfermedad", concluyen los investigadores.